Con los dedos, separe suavemente la piel de la pechuga comenzando por el cuello. Frote todo el exterior del pavo con la cascara de limón, naranjas o limas; reservar el zumo. Sazone por dentro y por fuera con sal y pimienta (sea generoso con la sal). Frote mantequilla sobre la pechuga debajo de la piel.
Triture el aceite, la pasta de achiote o sazón, el orégano, el tomillo, el ajo granulado y el comino en un tazón pequeño hasta obtener una pasta suave. Frote una capa uniforme por todo el exterior del pavo. Ate las piernas con hilo de cocina. Déjelo reposar a temperatura ambiente durante 2 horas o colóquelo sobre una rejilla colocada dentro de una bandeja para hornear con borde y enfríe, sin tapar, hasta por 2 días.
Si está frío, déjelo reposar a temperatura ambiente 1 hora antes de asarlo.
Coloque una rejilla en el tercio inferior del horno; precalentar a 450°. Coloque la cebolla, el ajo, el apio y el limón reservado dentro de la cavidad del pavo. Coloque el pavo en una fuente para asar grande encima de una rejilla plana o en forma de V. Vierta 1½ tazas de agua en la sartén. Ase el pavo, girándolo una vez si se dora de manera desigual, hasta que la piel se dore por completo y comience a estar crujiente, de 25 a 30 minutos.
Reduzca la temperatura del horno a 325° y continúe asando el pavo, rociándolo con el jugo de la sartén cada 30 minutos, agregando más agua en ½ taza si se evapora por completo y girando la sartén si se dora de manera desigual, hasta que se inserte un termómetro de lectura instantánea en la parte más gruesa del pavo. Las pechugas registran 165° y la parte más gruesa de los muslos registra 175°, aproximadamente 1½ horas más. Transfiera el pavo a una tabla de cortar; déjelo reposar de 30 a 60 minutos antes de cortarlo. (Si prepara salsa, desglose la sartén y use la grasa).