Agregue la leche, la espuma y el extracto de vainilla a una sartén grande y caliente a fuego alto hasta que comience a burbujear, luego apague el fuego.

En un tazón grande, mezcle la harina de maíz y las yemas de huevo.

Agregue una cascada de leche hervida a la mezcla de huevo y bata rápidamente antes de que el huevo intente revolverse.

Agrega otro par de salpicaduras y bate. Ahora agregue el resto de la leche y bate.

Lava y seca rápidamente la bandeja de leche (o tome una bandeja nueva), luego vierta la mezcla de leche y huevo en el dorso de la bandeja.

Mezcla con un batidor todo el tiempo hasta que la crema esté muy espesa. Por unos 5-6 minutos y se espesará bastante.

Una vez espesa, agrega la mantequilla derretida hasta que se incorpore.

Deje reposar durante 10 minutos, luego tapa la crema pastelera, y deja que se enfríe por completo.

Forre un molde para hornear con papel de hornear.

Coloque las galletas en un tazón grande y conviertelas en migas, luego mezcla con la mantequilla derretida hasta que esté bien combinada.

Vierte la mezcla en el molde de hornear y cubre el molde aplastando la base en toda la superficie.

Vierte la mezcla de natillas fría.

Hornear en 325F por unos 45 minutos hasta que la natilla tenga consistencia tipo flan.

Una vez horneado deja enfriar y corta en cuadrados.

La caramelización la puedes hacer espolvoreando las 5 cucharadas de azúcar sobre la superficie. Coloca el molde sobre una bandeja de hornear para evitar que no se queme nada alrededor.

Con una antorcha de cocina derrite el azúcar hasta que caramelize toda la superficie. Dejar reposar un minuto y disfruta de esta delicia.